Después de hacer trampa en la dieta- Parte V

La pregunta me llega frecuentemente, “¿Qué debo hacer si hice trampa en mi dieta?” vía mensaje escrito, mensajeros, email, post en el grupo de Facebook, señales de humo o paloma mensajera, se ha vuelto un tema que pareciera estar mal informado. Para comenzar con el final en mente, enfoquémonos en los cinco puntos clave de frente. Revisaremos a detalle cada uno después, pero aquí están en toda su radiante gloria.
1. Revisa las circunstancias que llevaron a la decisión.
2. Entiende, acepta y aprópiate de las consecuencias de tu decisión.
3. No te dejes atrapar en el ciclo de comer en exceso y castigarte.
4. Una dieta no se hace o se rompe en una sola comida o un día.
5. Tus decisiones definen tu resultado, pero no definen tu valor como persona.
Cada uno de estos puntos será revisado en una serie de 5 posts del cual este es el final. Si no has leído las otras partes puedes dar click en los puntos de arriba de este texto para leerlo

Tú vales más…

Un pastor de Texas, Tony Evans, dijo (y parafraseo): “Si te preguntara ¿Quién es Michael Jordan?, me dirías:’Quizá, el mejor jugador de basketball de la historia’. Igualmente si te preguntara ¿Quién es Diana Ross? ¿Cual sería tu respuesta?, ‘Una cantante famosa’.¿cierto?

Pero hay un problema con tu respuesta: Yo te pregunté quiénes son y tu me respondiste qué es lo que hacen. Eso no es la misma cosa, pero es algo en lo que la gente más se confunde. Y no hacemos ningún favor cuando en nuestros momentos de presentación de todo primer encuentro, ¿qué es lo primero o segundo que preguntamos?: ‘Entonces,¿qué haces?’ Admitidamente decirle a alguien ‘cuéntame de ti’ es un poco raro, pero para poder de manera genuina entender a la persona debemos al final APRENDER los detalles y defectos que hacen a la otra persona única en el mundo. ¿Por qué debemos creer que lo que hacemos define lo que somos cuando tenemos ese monólogo interno que todos tenemos? Si la otra persona no es definida por lo que hacen profesionalmente, entonces ¿por qué deberíamos nosotros serlo? Y si lo que hago profesionalmente no me define…¿por qué una decisión de comer fuera de plan en mi dieta me define como un “fracaso”, “tramposo” o “perdedor”? (Pro-tip: ¡NO DEBE!) Una sola decisión no puede y nunca se debe permitirle que te defina. Si una sola pérdida te hiciera un fracaso, entonces todos los que alguna vez han competido en algo serían catalogados permanentemente. Si rechazamos esa premisa por absurda, ¿Por qué internalizamos el mensaje “soy un perdedor” mientras nos ahogamos en nuestro Ben and Jerry’s cubierto de lágrimas?

Entonces aquí va el mensaje de “vamos equipo!”, seguido por una patada en el trasero. Este es el simple mensaje: Tu valía no está atada a tu última comida…o tus comidas de la última semana. Eso debe ser dicho abiertamente. Suena a cliché cuando sugiero que tú eres el único tú que ha existido…en realidad suena como si lo hubiera sacado de un libro para niños. Quizá lo hice. O no. No tengo la menor idea de donde viene, pero lo oí una vez hace muchos años y es una idea muy cierta. Tú eres único en tu personalidad, tu naturaleza y tu constitución. La persona que ves en el espejo es diferente a cualquier otra persona en la historia del tiempo. Esa persona no está definida por el sándwich o la galleta que comiste en el almuerzo..pero (y aquí es la parte de la patada en el trasero) esa persona SI ES definida por lo que hace habitualmente. Los hábitos alimenticios no son un atributo único…tienden a seguir el mismo libro de jugadas que los hábitos de comportamiento del resto de las personas. Por lo que hay 2 verdades que deben mencionarse:

  1. no estás definido por una sola acción en un contexto específico.
  2. Tu sí estás parcialmente definido por la culminación de todas las elecciones que tú has hecho en todos los contextos de tu vida.

¿Por qué la distinción? Porque una elección puede ser una falla fuera de carácter de tu parte. Mientras que una cadena de decisiones forman la base de un hábito. Y tus hábitos, con el tiempo, determinarán tus resultados. ¿Cómo? Si tu eres inconsistente con tu dieta, tus resultados serán mediocres o incluso negativos. El hábito es donde una larga cascada de decisiones individuales ganan tracción en tu vida. Lo que son tus hábitos determina tu resultado. Esto es la verdad… pero un hábito está ligado a un resultado, no a la valía del individuo en cuestión.

A pesar de todos los hábitos que han generado todos los resultados en tu vida, ellos solo pueden definir a una parte de ti. Pueden definir tu cintura, pero no pueden definir tu espíritu, tus habilidades o tu corazón. Quiero reiterar de nuevo que ni yo (ni nadie más que tenga tus mejores intereses en mente) estoy apoyando que hagas un hábito regular hacer trampa en la dieta y salir del plan. Que tu evites tus metas decididas y tomes decisiones que causen un momentum en contra de forma voluntaria sería algo muy tonto de apoyar. Lo que sí estoy sugiriendo es que tú tomes la decisión de comer una comida o de permitirte cometer errores de juicio o decisiones pobres y te permitas reconocerles por lo que son, aceptar las consecuencias, juntar un claro entendimiento del contexto en que la decisión fue tomada y después perdonarte, aprender de ello y seguir adelante.

Tu valor NO está definido por tu cintura, tu porcentaje de grasa corporal o tu diario de comidas. Tu valor NO está definido por tus éxitos relativos o tus fracasos. Tu valor está definido por tu originalidad, el que traes algo a este planeta que nadie antes que tú (ni nadie después de ti) volverá a traer. Tus decisiones pueden crear hábitos que dictaminan resultados, pero tu esencia propia no puede ser destruida por antojos de pizza. En la locura y marketing que hay en la sociedad de hoy es muy fácil olvidar eso. Asumir que nuestros “ketohéroes” o incluso nuestros héroes regulares no cometen errores. Es fácil asumir que ellos no tienen faltas de juicio , momentos de debilidad o puntos de frustración..y ese es un gran error de asumir. TODOS los tenemos. La señal de madurez que viene con años de experiencia, toneladas de lectura, y una gran inversión en terapia es esta (y te la estoy regalando):

  1. Perdónate a ti mismo – nadie es perfecto, y pocos de nosotros somos siquiera buenos.
  2. Crece con tus fracasos y malas decisiones.
  3. Si cambias el hábito cambiarás el resultado.

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